En un día especialmente triste...

Mientras escribía palabras que querían a la gente, Julio Cortázar iba haciendo su viaje, viaje al revés, por el túnel del tiempo. Estaba yendo desde el final hacia el principio: del desaliento al entusiasmo, de la indiferencia a la pasión, de la soledad a la solidaridad. A sus casi setenta años, era un niño que tenía todas las edades a la vez. Pájaro que vuela hacia el huevo: Cortázar iba desandando vida, año tras año, día tras día, rumbo al abrazo de los amantes que hacen el amor que los hace. Y ahora muere, ahora entra en la tierra, como entrando en mujer regresa el hombre al lugar de donde viene.(E. Galeano)

Y sí, todos volvemos al lugar de donde venimos, tarde o temprano, ¿cierto?
Aunque nos duela el alma que aquellos que queremos partan más temprano...

Vos Patito, mi linda y queridísima amiga, creaste, compartiste, tejiste lazos,
estuviste, siempre estuviste ahí, y siempre atenta a que todos estuvieran bien
y despreocupados,mientras vos, guardabas, respirabas hondo, y confiabas...
y apostabas al humor,
siempre el humor,
las bromas,
los comentarios pícaros,
la risa.
Ahora Patito, ahora te toca volar libre, 
liviana,
renovada,
en una nueva dimensión,
desde la que podrás disfrutar de la luz,
esa poderosa luz blanca que protege y da calor,
y nosotros...
nosotros aceptaremos tu prematura partida,
confiando que donde sea que estés,
estarás mejor y aliviada.
Estás en mi pensamiento y en mi corazón,
en un lugar muy especial, Patito linda.